Hola de nuevo a todos los espectadores y espectadoras de nuestro Blog, ya queda menos para que se terminen de contar estas anécdotas tan sencillas que tenemos en nuestra realidad más cercana. Os deleitamos con la historia de Gambox, podéis ver que apenas se reconoce sus rasgos, eso sí, la sonrisa no se la tapa y ni se la quita nadie.
Si voláis sobre vuestra imaginación, cada unos de los grandes superhéroes que salen en televisión: Batman y Robbin, Catwoman, Spiderman… llevan máscaras para que no se les reconozcan, al igual que Gambox, aunque éste no es un superhéroe sino un Supercalaniro.
De alguna manera Gambox quiere tapar su identidad, si no llevase su antifaz, todo el mundo reconocería que es un héroe. Quizás esa máscara la llevamos cada uno de nosotros, mostrándonos al mundo una sola parte de lo que podemos llegar a ser.
Tiene Síndrome de Down, como muchos héroes y heroínas que se encuentran en nuestro camino. Pero tal vez, éste sea diferente de los demás, tiene empatía mímica, es decir, tiene la habilidad de copiar o absorber poderes de los demás Supercalaniros y se pueden trasmitir a través de los abrazos y el nivel de cariño que a éste le es ofrecido. Pero los poderes no se los quita, cada Supercalir@ conserva su poder y Gambox puede disfrutar de todos.
Le surge problemas para filtrar los poderes de los demás, no sabe muy bien como manejar durante las cuatro horas que dura el poder nuevo. ¡Imaginaros la cantidad de poderes que puede recibir Gambox con lo cariñoso que es!
Cuando Gambox recibe un poder nuevo, aumenta el desarrollo de sus neuronas y es difícil de conectarlas con las que tenía antes. Y en cuatro horas aún más complicado. No por ello se le quitan las ganas de encontrar la manera de poder controlarlo, necesita ayuda.
Todos l@s Supercalanir@s están dispuestos a apoyarle con su habilidad. Le convencen de que es un privilegiado: puede tener un trocito de cada uno en su cuerpo y quizás no son por unas horas, puede desarrollarlo más y tener los demás poderes para siempre.
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