"RAYO"

“Rayo”
Si, así lo decidió. ¿Por qué ese nombre? "Rayo" de rápido, raudo, responsable, respetuoso, ruidoso y como le dicen, raro. Que adjetivo tan escalofriante, que poco nos gusta.

“Rayo” es un Supercalaniro muy serio, pero no quiere decir que esté triste, es un héroe en sillas de ruedas que corre lo que no podéis imaginar. Ampollas en los dedos tiene de tanto darle a las ruedas y ¡No se queja! En realidad le gustan, son como un lunar: ni lo miras, pero le tienes aprecio.

Nació con parálisis cerebral y desde pequeñito “Magín”, nuestro héroe ejemplar, le obsequió con el regalo más acertado del mundo, una increíble silla de ruedas que sólo funciona con “Rayo”, él es el único que puede manejarla tan bien. Realmente se lo merecía y se lo merece, “Rayo” es un héroe de pies a cabeza. Una persona que vale la pena que sea un Supercalaniro, por como es y lo que es.

Con su silla hace virguerías, se mueve más rápido que la luz. Es veloz en sí mismo. Es capaz de estar de una punta de la cuidad a la otra en un minuto. Y una ciudad bastante grande, con carreteras interminables y muchos vehículos.

Le gusta correr, sentir el aire en su cara, que le lloren los ojos de la velocidad que lleva; empaparse de fuerza y energía, sentir la emoción de llegar más y más lejos. Es entonces cuando para, respira hondo…. y recoge de un vistazo todo lo que hay a su alrededor. Conoce casi todos los rinconcillos de la ciudad y del país, ha visto cosas que le gustan y otras que no, por eso está serio en bastantes ocasiones.

A su familia la traen loca, no para de viajar de un lado para el otro, contando miles de experiencias, explicando las diferentes culturas y costumbres de las ciudades. Les describe cómo son los paisajes tan espectaculares, pero tan difíciles de acceder a ellos.

Tiene el poder de ser rápido cuando quiera y como quiera. Eso sí, es muy respetuoso, nunca hace algo que pueda perjudicar a los que le rodean, no se siente bien cuando lo hacen los demás.

Apenas tiene perjuicios por lo que dicen o por lo que le dirán, la silla da mucho que hablar. Pero sin ella no podría correr tan rápido y sentir en todo su cuerpo el bienestar, la satisfacción y la alegría al conseguir llegar un poquito más que ayer. Y cuando decimos poquito, no son unos metros, no, son kilómetros y kilómetros. Tiene un afán de superación que ninguna de las personas que no tenemos poderes somos capaces de tener. Ser un héroe o heroína es un privilegio.